Dolores Veintimilla de Galindo había sido señalada por sus ‘pretensiones’ de discutir de igual a igual con los hombres de su círculo social, una osadía que también había emprendido poco antes Manuela Sáenz. Son casos esporádicos de la sociedad decimonónica al que se puede añadir otro: el primer sello postal del país fue diseñado y burilado por otra mujer, Emilia Rivadeneira.
Una narración detallada sobre la vida y obra de Emilia Rivadeneira —matizada con la historia del grabado en el país— se encuentra en estas páginas. Se trata de una investigación a cargo de Gustavo Salazar Calle, quien lleva varios años recopilando información sobre ella. Hace poco, de hecho, se realizó una exposición para recordar a la artista por los cien años de su muerte, ocurrida en septiembre de 1916.
La historia está llena de detalles como el que acabamos de contar, solo hace falta acercar la lupa. Por eso, en esta edición de CartóNPiedra queremos revisar algunos apuntes históricos no solo para recordar, sino para encontrar también estos pequeños datos que nos demuestran que las cosas no siempre han sido como las pensábamos.
Por ejemplo, la manera en que se fueron configurando las clases sociales en la colonia fue algo más compleja que aquella idea de que los españoles vinieron y sometieron. Es verdad que, después de todo, aquello fue lo que sucedió al final, pero durante los años iniciales, la cuestión étnica no era el factor que determinaba el lugar de cada persona en la sociedad. Ese punto de vista es el que ha propuesto el historiador francés Serge Gruzinski en su estudio sobre la conquista en América. El crítico cultural Cristian Jiménez Molina analiza, a través de la perspectiva del francés, el choque de la conquista.
Y si de recuperación de la memoria se trata, el proyecto de Diego Rodríguez Estrada es uno de los más interesantes. Su proyecto, que se ha hecho acreedor de unos fondos que entrega la Fundación Grammy Latino, es el de digitalizar la música de los rollos de pianolas que aún existen en el país. De esa forma será posible estudiar las tendencias musicales del Ecuador en las primeras décadas del siglo XX, un momento en el que aún no se podía grabar discos en el país, y en que el único registro sonoro del que se disponía eran esas hojas con muescas con las que funcionan las pianolas.
Además, echamos un vistazo a una exposición que realiza el Archivo Histórico del Guayas dedicada a la labor de un bibliotecario destacado de Guayaquil: Carlos Rolando Lobatón, a quien le debemos la preservación de la mayor parte de los periódicos guayaquileños del siglo XIX.
Esta es una edición sobre la memoria.