Quedan tres días para que empiece la Feria Internacional del Libro de Guayaquil (FIL), un evento que fue reinaugurado en 2015 y que, de la mano de su comité de contenidos, liderado por Cecilia Ansaldo, en apenas dos ediciones se constituyó en uno de los más sólidos en su rama dentro de Ecuador, en especial por su cartel de invitados. El año pasado, el principal autor extranjero presente en la FIL fue el sudafricano J. M. Coetzee, ganador en 2003 del premio Nobel de Literatura, quien ofreció una conferencia magistral acerca de la censura (muy presente durante la época del Apartheid) y la lectura de un fragmento de su libro Los días de Jesús en la escuela, que entonces estaba por publicarse.

Este año, el cartel incluye a Leonardo Padura, escritor cubano que en 2015 recibió el premio Princesa de Asturias. Padura ha escrito una serie de libros policiales en la que el protagonista, el detective Mario Conde, ha envejecido con el autor. La FIL recibirá a otros autores latinoamericanos de renombre, como Selva Almada (Chicas muertas), Luisa Valenzuela (Hay que sonreír), Gabriela Wiener (Llamada perdida) o Edmundo Paz Soldán (El delirio de Turing) .En esta edición, revisamos brevemente sus trayectorias y los temas de los que hablarán en los conversatorios que ha organizado la FIL, que —además— en esta ocasión ha reunido una selección con más nombres de autores ecuatorianos que en sus ediciones pasadas. También acercamos el lente a dos invitados en particular: la boliviana Liliana Colanzi, autora de obras como Nuestro mundo muerto, y el español Álex Grijelmo, autor del libro de estilo del diario madrileño El País, todo un referente en las escuelas de Periodismo en países de habla hispana. La FIL promete.

Además, en estas páginas se encuentran otros temas que merecen atención, como la labor de rescate de libros de más de cuatrocientos años que ocurre en el Convento San Agustín, en Quito; una crónica sobre Liliana Felipe, quien llegó a Guayaquil para participar en la actual edición del Fiartes-G (que continúa hasta el miércoles); un ensayo que encuentra conexiones entre una obra de Javier Ponce y otra de Eduardo Adamas cuyo eje es lo queer en la literatura ecuatoriana, y un pequeño texto sobre la Carta de Jamaica, un documento epistolar de Simón Bolívar que data de 1815 y en el que se puede resumir su pensamiento político y las ideas que tenía el libertador para el nuevo mundo.

Sale CartóNPiedra 305.