La muerte es para los vivos

Hay una sola cosa cierta en torno a la muerte:solo le ocurre a los vivos. Aunque parezca una tontería, es bastante, pues todo lo que se sabe, se cree o se imagina acerca de la muerte son inventos o constataciones de gente que está de este lado, que no ha cruzado el umbral. Nuestra relación con la muerte, por lo tanto, está viva, como demuestran las grandes movilizaciones que ocurren a inicios de noviembre en los países de Occidente, especialmente en América Latina, donde destacan las celebraciones del Día de Muertos en México, fiesta que, con altares y catrinas, constituye un profundo sincretismo entre las culturas indígena y cristiana.

Esta semana, en Quito se realizó la primera edición del Encuentro Nacional de Cultura Funeraria, un evento organizado por la Red Ecuatoriana de Cultura Funeraria, el Museo de la Ciudad y el Instituto Metropolitano de Patrimonio. Siguiendo el enfoque de que la muerte es un objeto de aprendizaje y reflexión, este congreso estuvo dividido en cuatro ejes temáticos: ‘Ritualidad funeraria ancestral’, ‘De ad sanctos a extramuros’, ‘Prácticas, rituales y sentidos funerarios populares’ y ‘Administración de la muerte, virtualidad contemporánea’. Ahí acudieron académicos, escritores, cineastas y gestores que han investigado el tema de la muerte para aplicar en sus trabajos esos conocimientos, porque siempre nuestra relación con la muerte tiene algo que decir sobre nosotros.

En esta edición, invitamos a varios ponentes del encuentro a compartir los conocimientos obtenidos en este viaje que, además de investigativo, provoca una profunda introspección: los ritos funerarios son un elemento que cohesiona a la sociedad, nos dice Leonardo Zaldumbide, quien nos habla de lo importante que ha sido para algunos pueblos de Pichincha tener su propio cementerio para poder convertirse en parroquias. Franklin Cepeda habla acerca de lo que ha aprendido en su paso por los cementerios del mundo; Paola López relata la relación entre sus orígenes y los animeros, esas personas encargadas de velar por los muertos, donde quiera que estén; y Javier Gomezjurado nos concedió una entrevista para hablar sobre su ambicioso libro, Historia de la muerte en Quito.

Previo a estas fechas, pensamos en la muerte y lo que significa en nuestras vidas.