La sala Caixa Forum de Barcelona acoge la mayor retrospectiva dedicada al maestro del pop art en Europa, con 352 piezas que revelan su contradictoria personalidad. Rodeado ya de buena parte de sus obras legendarias, el emblemático edifico de Caixa Forum de Barcelona ha fabricado un acontecimiento en toda regla, y una avalancha de turistas multiplicó el evento como si el arte volviera a la vida.
Desde el 14 de septiembre hasta el 31 de diciembre es posible contemplar —con la respiración entrecortada— la retrospectiva Warhol: El arte mecánico. Se trata quizá de la exposición más importante del año en la capital catalana.
Entre las 352 piezas hay pinturas, esculturas, dibujos, serigrafías, instalaciones, películas, revistas y material fotográfico en los que el genial artista, fallecido en Nueva York en 1987, muestra la evolución de su fulgurante carrera creativa. Desde sus primeros devaneos con la modernidad hasta su apasionada entrega, a menudo con fruición pero sin perder la cabeza, a un género como el pop art que le debe buena parte de su existencia. Desde la lata de sopa más famosa de la historia a los retratos coloreados de Marilyn Monroe, Jackie Kennedy y Liz Taylor. Un recorrido primoroso que sumerge al espectador en un mundo convulso donde solo la libertad reina.
En la exposición sobre Warhol también se descubren aspectos más desconocidos del artista, como la espiritualidad que impregnaba sus obras influenciada por sus orígenes en una familia de migrantes eslovacos que profesaban el cristianismo ortodoxo.
Nacido en Pittsburgh, Pensilvania, en 1928, Warhol tuvo una infancia complicada. Huérfano desde temprana edad, sufría un trastorno en su sistema nervioso que le obligaba a permanecer largas temporadas en reposo. En esos momentos oscuros, el arte y el diseño se convirtieron en su tabla de salvación. Y su madre, Julia Warhola, su gran impulsora. En la retrospectiva del CaixaForum puede verse cómo las famosas series de latas Campbell’s tienen su origen en ilustraciones realizadas por su madre, quien escribió el nombre de la marca y una descripción en un pésimo inglés que reza: «Soup very gut». Aquel grafismo quedó grabado a fuego en la memoria del pequeño Andy, que decidió emplearlo a lo largo de toda su carrera artística.
La exposición destapa su iconografía religiosa para retratar a los grandes dioses del consumismo mundial, encarnados en las celebridades del mundo del cine y la música de los años sesenta. A Marilyn Monroe, por ejemplo, la concibió como un ángel bajo un círculo dorado en una creación realizada tras la muerte de la actriz.
En todas sus recreaciones combina el glamour del personaje con la tragedia y la rebuscada complejidad de la sociedad estadounidense. A Jackie Kennedy la retrata enlutada, pocos días después del asesinato de John Fitzgerald Kennedy.
Warhol era un genio pero mantuvo una relación convulsa con la belleza. En palabras del comisario de la muestra, José Lebrero, «aquí se percibe con nitidez cómo la belleza aparece siempre como propiedad de otros. El concepto le generaba intranquilidad porque no aceptaba su físico y quería ser de otra manera».
El ejemplo más palpable es el dibujo ‘Antes y después’, en el cual el artista esboza el rostro de una mujer de perfil que se somete a una operación de cirugía.
Por si este estudio retrospectivo de Warhol no fuera suficiente para el espectador, otra de las salas paralelas está dedicada a su estudio de arte Silver Factory en Nueva York, un laboratorio experimental para la cultura por donde desfilaron los más grandes creadores del momento, desde Salvador Dalí hasta Allen Ginsberg, Susan Sontag, Bob Dylan y Marcel Duchamp. A estas estrellas optó por filmarlas para alimentar sus delirantes e innumerables proyectos cinematográficos.
Las 352 obras expuestas, la mayor retrospectiva sobre el maestro del pop art que se haya realizado en Europa, proceden de treinta prestadores privados, entre los que destaca el Museo Andy Warhol de Pittsburgh, la pinacoteca que alberga la colección de piezas y materiales de archivo más voluminosa del polifacético creador de origen eslovaco.