Derek Walcott: «Mi patria es la imaginación»

El poeta y dramaturgo Derek Walcott murió a los 87 años. Su poesía monumental, que incluye una autobiografía en verso, Another Life (Otra vida, 1973), y la reinterpretación caribeña de La odisea, Omeros, 1990, le procuraron el Premio Nobel de Literatura de 1992. Además de los versos, se dedicó al teatro. Fue director y dramaturgo en más de ochenta obras teatrales.

Andrew Motion, poeta inglés, dijo a The Guardian que Walcott «hizo más que cualquier otro para ganar el respeto mundial que merecía la escritura del Caribe».

Nacido en Santa Lucía (1930), sus ancestros forjaron la historia caribeña, herencia que el poeta describió así en The Star-Apple Kingdom (1980): «de holandés, de negro y de inglés hay en mí, / O no soy nadie o soy una nación».

Aunque se ha dicho que sus dos abuelas fueron descendientes de esclavos, la madre de Walcott era directora de una escuela metodista, suficiente para asegurar le «una sólida educación colonial».

A los 19 años, publicó su primer poemario y al año siguiente, 1950, montó su primera obra teatral y fue a Jamaica para estudiar Literatura inglesa en la recién creada Universidad de las Indias Occidentales.

Luego de graduarse en 1953, se mudó a Trinidad, la isla natal de V. S. Naipaul, quien también obtendría el Nobel. El contraste en la forma en que abordaron el legado del imperio inglés en sus países los llevó a enemistarse. En 2008, Walcott leyó este verso: «He sido mordido, debo evitar la infección / O estaré tan muerto como la ficción de Naipaul».

El proyecto poético de Walcott era conquistar el canon occidental, invocando a Shakespeare, Yeats y Eliot para explorar su posición «entre el panteón griego y el africano». En los setenta, el movimiento del Black Power lo criticó por escribir sobre todo en inglés. Walcott dijo: «No tengo más patria que la imaginación».

Sus obras exploraron el problema de la identidad caribeña con el fondo de la lucha política y racial. En Remembranza, un profesor se debatía entre una vieja generación consagrada a la tradición y una más joven que buscaba la revolución.

Fue profesor en Boston, Columbia y Yale, pero su estilo de enseñanza, al que llamaba «personal e intenso», le dio problemas. Dos alumnas lo acusaron de interferir con sus carreras académicas luego de rechazar sus insinuaciones. Aunque arregló el problema fuera de la corte, esto pesó cuando se postuló para ser profesor de poesía en Oxford en 2009. Tuvo que retirarse.

En 2012, criticó el hecho de que en Estados Unidos e Inglaterra aún lo definían como un autor negro: «Es ridícula esta división entre el teatro de blancos y el de negros. Yo soy un autor del Caribe».