Cinco días de libro en Guayaquil

El pasado 24 de agosto, se anunció que el ganador del premio Miguel Donoso 2017 era el escritor guayaquileño Marcelo Báez, quien construyó en Nunca más Amarilis la biografía de Márgara Sáenz, una poeta ecuatoriana inexistente que fue incluida en una antología erótica en Perú en los setenta. No es la primera vez que alguien le inventa un escritor a este país. Más célebre es Marcelo Chiriboga, supuesto representante del boom creado por Carlos Fuentes y José Donoso.

Este premio, declarado desierto en 2016, lo entrega cada año la Feria Internacional del Libro de Guayaquil (FIL), el mayor encuentro literario de la ciudad, que empieza este miércoles 6 de septiembre. Y así como la novela de Báez coquetea con un juego que la literatura latinoamericana le ha hecho a la ecuatoriana, el cartel de la FIL este año se ha conformado con autores en su totalidad provenientes de países de América Latina, salvo el español Álex Grijelmo, una referencia para todas las carreras de Periodismo que se enseñan en castellano.

El 2016, a la FIL llegó John Maxwell Coetzee, escritor sudafricano que obtuvo en 2003 el premio Nobel de Literatura. Este año, el invitado principal es un ganador del premio literario más importante en español, el Princesa de Asturias, que obtuvo en 2015 el escritor cubano Leonardo Padura, autor de una serie de novelas policiales protagonizadas por el detective Mario Conde. Uno de sus títulos más aclamados es El hombre que no amaba a los perros, una reconstrucción de la vida de León Trotsky y Ramón Mercader.

Otros nombres que suenan son los colombianos Juan Gabriel Vásquez y Juan Camilo Rincón, la peruana Gabriela Wiener, los bolivianos Edmundo Paz Soldán y Gabriela Colanzi, la mexicana Mónica Lavín y los argentinos Federico Jeanmaire, Carlos Gamerro, Selva Almada y Luisa Valenzuela.

Vásquez es autor de El ruido de las cosas al caer, ganadora del premio Alfaguara de Novela 2011, en la que se narra el miedo que aún se vive en una sociedad en la que las heridas del narcotráfico apenas empiezan a cerrar. A Paz Soldán y a Wiener se les conoce bastante en el mundo del periodismo: ambos han publicado en la prestigiosa Etiqueta Negra y han sido seleccionados en antologías de crónicas en América Latina. Lavín, que encontró el éxito con La más faulera, una novela para adolescentes que ha sido reeditada en numerosas ocasiones, y que ha publicado Yo, la peor, en torno a la vida de Sor Juana Inés de la Cruz.

Selva Almada, autora de El viento que arrasa y Chicas muertas, es una escritora del interior argentino que vive en Buenos Aires desde hace 15 años, lo que le ha dado distancia para narrar historias rurales.

Luisa Valenzuela, por su parte, es hija de la escritora Luisa Mercedes Levinson. Nacida hacia finales de la década de los treinta, era normal que en su casa hubiera reuniones con Jorge Luis Borges o Adolfo Bioy Casares. Dedicada al periodismo en los sesenta, tuvo que salir de su país por la dictadura. Sus libros más conocidos son Hay que sonreír y El gato eficaz.

Algunos de ellos estarán en coloquios hablando sobre su obra (Padura, Wiener, Vásquez, Lavín), otros estarán en mesas en las que se discuten temas como los suburbios, guetos, favelas y comunas en la literatura (Vásquez), o sobre la violencia (Paz Soldán). Conlanzi —una de las que aparece en más mesas— hablará con Rincón sobre qué leen los que escriben. Wiener intervendrá en una mesa sobre poesía y otra llamada ‘Vivir para escribir’. ‘En América Latina las mujeres cuentan’ es una mesa en la que participan Luisa Valenzuela y Selva Almada, quien acompañará también a Federico Jeanmaire y Carlos Gamerro a esbozar un ABC de la literatura de Argentina (el país invitado en esta edición).

Autores ecuatorianos

Esta edición de la FIL es la que ha reunido a más autores ecuatorianos desde su reapertura en 2015. Hay 45 escritores de nuestro país que presentarán sus libros y participarán en distintas mesas.

Entre ellos se encuentran Mónica Ojeda, autora de Nefando, novela publicada por editorial Candaya que ha tenido éxito en España; Ernesto Carrión, ganador este año del premio de novela Casa de las Américas por su novela Incendiamos las yeguas en la madrugada, un escritor prolífico que ha publicado cuatro novelas en los últimos tres años, desde que dejó la poesía y se pasó a la narrativa; Andrea Crespo, ganadora del premio Aurelio Espinosa Pólit 2016, por su poemario Registro de la habitada; Rafael Lugo, un autor quiteño que acaba de publicar 207, el libro que cierra la trilogía iniciada con Veinte y continuada con 7 ; Carlos Arcos Cabrera, autor de Saber lo que es olvido, bajo el sello Seix Barral; Cecilia Velasco, fundadora y editora la revista cultural tête-à-tête, quien estará presentando su reciente novela El día de la gratitud, publicada por Alfaguara; Mónica Varea, de la librería Rayuela, de Quito, que estará lanzando su Autobiografía no autorizada, o Solange Rodríguez, profesora de la Universidad de las Artes y autora del libro de cuentos La bondad de los extraños.

Todos estos escritores tienen publicaciones recientes, figuran en la lista de premios nacionales e internacionales y constantemente están agitando el diálogo sobre la literatura local.