Dos de los escritores más trascendentales para la literatura latinoamericana cumplirían 100 años en 2017, y su legado será recordado con una serie de actividades que incluyen coloquios y publicaciones.
Nacido el 13 de junio de 1917 en Asunción, Augusto Roa Bastos, el autor de la monumental obra Yo, el supremo, falleció en la capital paraguaya el 26 de abril de 2005. Considerado el escritor más importante de Paraguay, sus trabajos han sido traducidos a más de veinticinco lenguas.
Su obra se caracteriza por el retrato de la cruda realidad de su pueblo natal, a través de la recuperación de la historia, la reivindicación de su carácter de nación bilingüe con los idiomas español y guaraní, y la reflexión sobre el poder en todas sus manifestaciones.
La Fundación que lleva su nombre y el centro El Cabildo, brazo cultural del Congreso, son algunos de los agentes culturales que están detrás de una conmemoración que también pretende organizar actos en Argentina y Francia, países donde el gran novelista estuvo exiliado.
Las actividades que se sucederán a lo largo de este año pretenden abarcar todas las facetas creativas de Roa Bastos, quien también escribió poesía, teatro, ensayo y guiones de cine. Así, la agenda del centenario incluye un concurso internacional de guiones en español y guaraní lanzado por El Cabildo, que busca promocionar la creación de libretos y recordar al Roa Bastos guionista.
Otro de los autores fundamentales, cuyo trabajo será recordado, es Juan Rulfo, escritor mexicano que nació el 16 de mayo de 1917. Conocido por obras como Pedro Páramo y El llano en llamas, es el creador de un universo rural inconfundible. Rulfo plasmó en sus narraciones no solo las peculiaridades de la idiosincrasia mexicana, sino también el drama profundo de la condición humana.
En su honor los municipios de Sayula, San Juan Gabriel y Tuxcacuesco promueven ‘El realismo mágico de Juan’, una ruta cultural a través de la cual se plantean como sitios turísticos los espacios que Rulfo utilizó en su obra narrativa. Para ello se han dispuesto 12,3 millones de pesos (unos $ 574.645).
La Fundación Juan Rulfo, en una carta firmada por el representante de la familia del autor y director de la institución, Víctor Jiménez, solicitó a la Presidencia de la República, a la Secretaría de Cultura y a otras instancias locales y federales del Gobierno mexicano que «se abstengan de realizar homenajes públicos a Rulfo».
En la misiva, Jiménez sostuvo que la única forma de conmemoración posible es el otorgamiento de becas a jóvenes en las disciplinas de interés de Rulfo, como la literatura, la fotografía y el cine. «Solicitamos […] que se abstengan de gastar cualquier suma, por pequeña que sea», decía la carta.